La importante localización de este templo, en la misma plaza del Salvador, ha determinado su noble destino, como un lugar privilegiado dentro de Sevilla. El entorno siempre ha estado marcado por la abundancia de restos del pasado, como restos hispanorromanos, mezquitas, cementerios e iglesias cristianas.

Pero la Colegial del Divino Salvador además de ser la iglesia más grande de la ciudad,después de la  Catedral es el cenit del último gran barroco sevillano dirigido entre otros por los Figueroa, Juan de Espinal y Cayetano de Acosta. Es un excelente canto del fenix de un estilo que a finales del XVIII, empieza a transformar sus bases estéticas hacia el neoclasicismo y que cierra, con ello, uno de los ciclos más importantes de nuestra historia patrimonial y artística.